México aceptó el jueves que migrantes de terceros países que solicitan asilo en Estados Unidos puedan permanecer o regresar a su territorio mientras gestionan sus solicitudes.
Fue una decisión histórica para México, que tradicionalmente se niega a permitir el regreso de migrantes que no sean mexicanos.
La secretaría de Relaciones Exteriores mexicana dijo que la medida era temporal y obedecía a razones humanitarias.
El gobierno estadounidense del presidente Donald Trump ha enfrentado un fuerte aumento de las solicitudes de asilo y límites a su capacidad de detener solicitantes.