mañanera claudia sheinbaum

Un riñón biónico podría ser la solución a los problemas de trasplantes y hemodiálisis.

Hay dos opciones para una persona con insuficiencia renal: un trasplante de riñón o diálisis; este último es un complejo sistema de filtración que elimina toxinas de la sangre de manera artificial, simulando la fisiología de los riñones.

Ahora, gracias a las investigaciones realizadas en Vanderbilt University Medical Center y otras cinco universidades, puede haber una tercera opción disponible con la implementación de un dispositivo novedoso, el cual podría sustituir la función de los riñones, siendo algo muy prometedor para las personas con insuficiencia renal.

Este dispositivo novedoso y pequeño, puede caber en la palma de su mano: Les presentamos al riñón biónico:

El Dr. William Fissell muestra este riñón biónico.

El nefrólogo de Vanderbilt, el Dr. William Fissell, forma parte importante de un equipo de médicos que han estado trabajando en este dispositivo durante 17 años. “Es justo llamarlo un riñón biónico porque es un híbrido de tecnología y células vivas”, dijo Fissell.

Ha sido un largo viaje para Fissell. Espera comenzar los ensayos clínicos en el riñón biónico más adelante y llevar el dispositivo a pacientes tan pronto como las pruebas de seguridad sean favorables estadística y fisiológicamente.

Si el riñón biónico da ese gran salto de los ensayos clínicos al lugar donde esté disponible para todos los pacientes, las implicaciones beneficiosas para alguien con insuficiencia renal son enormes.

“Lo que quiero hacer es suficiente, para que las personas enfermas puedan recuperarse, no se sientan agobiadas por la enfermedad, para que los pacientes no se peguen a una máquina conectada a una pared 15 horas a la semana, para que no tengan que tengan que someterse a una dieta muy estricta”, dijo Fissell.

¿Cómo funciona este novedoso dispositivo?

El riñón biónico, un dispositivo de bioingeniería que combina un filtro de silicio de alta eficiencia y un biorreactor de células de los túbulos renales, ha sido un proyecto a largo plazo para los coautores del estudio Shuvo Roy, Ph.D., Universidad de California, San Francisco (UCSF) profesor de bioingeniería y ciencias terapéuticas, y William H. Fissell, IV, MD, profesor asociado de medicina de la Universidad de Vanderbilt.

El dispositivo experimental está diseñado para procesar hasta un litro de sangre por minuto, filtrándola a través de una serie de membranas de silicio. El fluido filtrado contiene toxinas, agua, electrolitos, glúcidos y productos de desecho resultado del metabolismo normal. El líquido se somete a una segunda etapa de procesamiento en un biorreactor de células cultivadas en laboratorio, las cuales recubre los túbulos del riñón. Estas células reabsorben la mayor parte de los azúcares, las sales y el agua al torrente sanguíneo. El resto se convierte en orina que se dirige a la vejiga y sale del cuerpo.

Diseño esquemático de un dispositivo renal artificial implantable, que utiliza vasos ilíacos para la entrada de sangre arterial y el retorno venoso, con drenaje de ultrafiltrado en la vejiga. Cortesía de Shuvo Roy, UCSF.

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